La Biblia no es una colección de historias, fábulas, mitos o simplemente ideas humanas acerca de Dios. No es un libro humano. La Biblia es Inspiración total, real y directa de Dios mismo. Por medio del Espíritu Santo, Dios reveló Su Persona y Su plan a ciertos creyentes, para que escribieran Su Palabra y Su mensaje para su pueblo (2 Pedro 1:20,21).
Este proceso es conocido como Inspiración. Los escritores escribieron desde su contexto personal, histórico y cultural. Aunque usaron sus propias mentes, talentos, idioma, y estilo, escribieron no lo que ellos pensaban, sino solo lo que Dios quería que escribieran. Aunque la escribieron diferentes hombres, en distintos años y en distintas partes del mundo, todo está perfectamente ensamblado, sin una pizca de error, totalmente coordinado tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, pues Dios así lo planeó y llevo a cabo.
La Biblia es inspirada por Dios. Es absolutamente confiable porque Dios controló sus escritos. Sus palabras son completamente autoritativas para nuestra fe y nuestra vida y porque es inspirada y confiable, debemos leerla, creerla y aplicarla a nuestra vida diaria.
La Biblia es la norma para probar todo aquello que pretende ser verdad. Es nuestra protectora de las enseñanzas falsas y nuestra fuente de dirección para saber como vivir y que camino debemos tomar a lo largo de nuestra vida. Es nuestra única fuente de conocimiento acerca de cómo podemos ser salvos.
A través de la Biblia podemos conocer a un Dios real, verdadero, poderoso y fiel. Podemos conocer al Dios que nos amó desde un principio y dio a su Hijo para guiarnos hacia la vida eterna. Podemos conocer la vida y obra, muerte, resurrección y salvación de nuestro Señor Jesucristo.
La Biblia es sagrada porque proviene de Dios. Es viva y eficaz; porque su palabra se cumple siempre (Hebreos 4:12) La Biblia cambia y moldea nuestra vida y obra de una manera maravillosa en nosotros.
Leamos la Biblia diariamente, meditemos en ella y usemos sus enseñanzas para que guíen nuestra vida y conducta. Leámosla cada día, para que así descubramos más de Dios, de su amor por nosotros y de las promesas que Él tiene para nuestra vida.
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí" (Juan 5:39).
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
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