martes, junio 15, 2010

VARONES HABLANDO DE CRISTO


Esta historia nos relata acerca de Felipe. Felipe era uno de los siervos más fieles y obedientes a Dios. Él versículo 5 nos dice que Felipe se encontraba predicando a Cristo en la ciudad de Samaria realizando grandes y poderosos milagros por medio del poder de Dios. Felipe predicaba a Cristo y la gente le escuchaba atenta, muchos creían a sus palabras, aceptaban a Cristo como su Señor e inmediatamente se bautizaban, tanto hombres como mujeres. (v.12) Cuando de repente un ángel del Señor le dijo a Felipe que dejara el avivamiento en Samaria y fuera al desierto en el sur de Jerusalén. Felipe obedeció el mensaje de Dios por medio del ángel y salió para Gaza. Allí Dios tenía una cita divina para Felipe.

Al llegar al desierto sucedió que Felipe vio a un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. 

El Espíritu Santo le dijo a Felipe que se acercara al carro. No sabemos si fue voz audible o un pensamiento en la mente de Felipe o por algún otro medio, Felipe lo hizo. Cuando Felipe se acercó al carro, oyó que leía del libro de Isaías (v.30). Felipe aprovechó esa oportunidad para preguntarle al eunuco si entendía lo que estaba leyendo. El eunuco reconoció que necesitaba ayuda para interpretar ese pasaje. Invitó a Felipe a que subiera al carro para que pudieran analizar juntos ese pasaje (v. 31).

En ese momento Felipe no tuvo tiempo de orar ni de estudiar el libro de Isaías antes de hablarle de Cristo al eunuco; pero estaba preparado porque estudiaba las Escrituras. Felipe no demoró en hablarle de Jesucristo (v.35). Aprovechó el pasaje que iba leyendo y después le dijo todo lo que necesitaba saber acerca del Señor Jesús.

Es posible que Felipe mencionara varios pasajes proféticos del Antiguo Testamento sobre Jesucristo y que le haya dado detalles acerca de la crucifixión, la resurrección y las apariciones posteriores de Jesús. Felipe quería asegurarse de que el eunuco entendería la entrega que exigía seguir a Cristo. Cuando el eunuco afirmó que creía en Cristo, en ese momento llegaron a una extensión de agua, el eunuco le pidió a Felipe que le bautizara y Felipe lo bautizó (v.36, 38). Cuando subieron del agua, el eunuco, siguió gozoso su camino. Había encontrado a Cristo. (v.39)

Felipe obedeció la voz de Dios y como resultado, un hombre de una ciudad lejana conoció a Jesucristo. Si bien en Samaria muchos creían en Jesucristo y eran salvos, al hablarle Felipe al etiope de Jesús, la salvación llegaría a toda una nación. Sin duda al llegar a su ciudad el etiope comenzó a hablarles de Jesucristo.

Testifiquemos y hablemos de la salvación que Dios ofrece por medio de Jesucristo donde quiera que estemos, y seamos obedientes a la voz de Dios.



Saludos cordiales, bendiciones
Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com


Arturo Gómez Garza
Pastor Eben-ezer
arturo_gomezgza@hotmail.com  
Tel. 81-35-32-01

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