NUESTRO AMOR A DIOS

Piensa en esa persona a quien más amas, por nada del mundo permitirías que le pasara algo malo porque la amas con todo tu corazón; ahora imagina por un momento, que de pronto la encuentras golpeada, lacerada, tirada por ahí. Y te preguntas ¿pero qué paso? ¿Qué le hicieron? Y alguien te dice: Por lo que tú hiciste le hicieron esto! Por tus errores, le hicieron esto! Y te preguntas, pero ¿cómo si yo lo amo?

Así es nuestra situación con Cristo, Él pagó en la cruz del calvario por ti y por mí, por causa de nuestros pecados.

¿Cómo es posible que yo sepa en mi corazón que mi vana manera de vivir lo hirió de tal manera, que lo que yo hice lo clavo en la cruz, su rostro fue desfigurado por causa de mi, como puedo decirle te amo, eres mi amado y después voltearme y hacer lo mismo por lo que el pago en la cruz?

¿Realmente entendemos la cruz? ¿Entiendo que yo crucifique a Jesús? Cuando verdaderamente lo comprendemos, no puede haber otra cosa más que un Arrepentimiento Genuino.

El amor es inmediato, cuando te das cuenta de lo que has hecho, reaccionas y dejas que el poder de la cruz y la gracia de Dios operen en tu vida y dejamos que mueran las obras de la carne. Y es entonces cuando decimos ya no vivo yo, más Cristo vive en mí, crucifique todo lo que yo soy, por amor al que me amó (Gálatas 2:20)

La pregunta principal es ¿Cuánto amamos a Jesús?

Cuantas veces Dios nos ha hablado ¿y aun no cambiamos?

¿Qué hare al verte en la cruz por causa de mí? , ¿Qué significa para mi ese dolor que llevaste en tu cuerpo, en tu alma y en tu corazón? Señor quiero negarme a mí misma, valorar lo que Tú has hecho por mí, y atesorar la salvación que me has regalado. Hoy quiero venir a Ti, hoy quiero creer en mi corazón para justicia y corresponder a tu amor, a tus brazos abiertos para mí.

Gracias por tu amor mostrado en la cruz, por dar tu vida, por ser tan tierno y la paciencia que me has tenido, tu amor me quebranta al ver que es así y comprendo que no tengo con que pagarte, solo puedo confesar que te amo, y mientras mi corazón palpite, que sea por Ti pues solo Tu eres digno de mi amor, y lo mejor de mi vida Señor Jesús.

¡Cuánto daría por amarte como me amas a mí!


Saludos cordiales, bendiciones
Templo Cristiano Eben-ezer
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Arturo Gómez Garza
Pastor Eben-ezer
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