Existe un termómetro infalible para medir nuestro amor por alguien, y es hacer lo que agrada a la persona amada, lo que le gustaría que hiciéramos, hay una sola forma de mostrar nuestro amor a Dios, y consiste en hacer lo que Él quiere que hagamos, siendo la clase de persona que Él dispuso que fuéramos. El amor a Dios no está sólo en los sentimientos, amar a Dios no significa que nuestro corazón deba dar brincos cada vez que pensamos en Él; eso no es lo esencial, el amor a Dios reside en la voluntad, reside en lo que estamos dispuestos a hacer por Él, entonces ¿cómo probamos nuestro amor a Dios? Siguiendo sus mandamientos, guardándolos en el corazón, amando su ley.
Hay aun mas bendiciones en amar a Dios, ya que el promete amarnos aun mas y manifestar ese amor en nuestras vidas, Dios siempre da más de lo que pide, da el primer paso y da el último también.
Hagamos pues su ley nuestra delicia, obedezcamos sus mandamientos por amor, vivamos en un continuo amor por El y su palabra y veremos revelado en nuestro caminar las bendiciones de amor.
Mucha paz tienen los que aman tu ley y no hay para ellos tropiezo.
Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro, por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas.
(Salmos 119: 165-127-128)
Saludos cordiales, bendiciones
Templo Cristiano Eben-ezer
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Arturo Gómez Garza
Pastor Eben-ezer
arturo_gomezgza@hotmail.com | Tel. 81-35-32-01
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