Es maravilloso tener una relación con el Señor Todopoderoso que es amoroso, misericordioso, paciente, perdonador y que se complace de hacernos el bien.
Sin embargo no todo es tan simple o sencillo, Él también tiene sus requerimientos o demandas para los que decimos que le amamos.
Dios espera de nosotros un temor reverente a Él, verdaderamente tener cuidado, preocuparnos por no fallarle, por no faltarle el respeto, por cumplir lo que le prometemos, por acatar Sus estatutos, amarlo y servirle con el alma y el corazón.
Cuando servimos de corazón, no esperamos un pago, una recompensa, una reciprocidad, lo hacemos por gratitud, sin móviles egoístas o personales, es algo similar al amor de los padres por sus hijos (Léase…de los padres amantes y temerosos de Dios) es el deseo limpio y puro de agradarle a Él, de querer que esté feliz, de anhelar Su satisfacción.
Con toda el alma significa que es desde lo más profundo, sin reservas, sin condiciones insanas. A veces sin darnos cuenta cuando damos un servicio, lo hacemos después de que alguien nos “ruega”, nos insiste o nos “obliga” poniéndonos condiciones o lanzando amenazas sutiles en caso de una negativa nuestra.
Más Dios, en su infinita misericordia y sabiduría, nos pide que tengamos temor, que lo obedezcamos, que lo amemos, y que le sirvamos de corazón, porque Él nos conoce, sabe de que estamos hechos pues Él nos hizo, sabe que cuando hacemos lo que Él nos pide es porque es lo mejor para nosotros y si en lugar de cuestionarle simplemente hacemos lo que nos manda, nos daremos cuenta de que no puede haber mayor gozo en un ser humano que hacer la voluntad de Dios porque así fuimos diseñados.
Entonces pues, hagamos aquello para lo que fuimos diseñados (para alabanza de la gloria de su gracia…)
Saludos cordiales, bendiciones
Templo Cristiano Eben-ezer | ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
Arturo Gómez Garza
Pastor Eben-ezer
arturo_gomezgza@hotmail.com | Tel. 81-35-32-01
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