Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz,
y queda sana de tu azote
Marcos 5:34
Debemos
de saber que no basta solo con decir, YO CREO, sino que también al yo creo,
debemos agregarle la acción, el hacer. En cierta ocasión a un hombre que
padecía de desnutrición ya estando para morir, le llevaron alimentos, y le
preguntaban que si él creía que si comía se salvaría, a lo que contesto que si;
pasados los día murió, porque no comió. Creyó, pero no accionó.
Nuestra
fe, debe de ser una fe de acción, una fe que nos impulse a movernos con
determinación hacia nuestro objetivo. Pero
una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido
mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado,
antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la
multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré
salva. Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que
estaba sana de aquel azote. Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que
había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis
vestidos? Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices:
¿Quién me ha tocado? Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.
Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido
hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. Y él le dijo:
Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote. Marcos
5:25-34.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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