¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío
Salmo 42:5
El
escritor de este Salmo estaba desalentado y triste porque estaba exiliado en un
lugar distante de la ciudad de Jerusalén y no podía ir al Templo a adorar a
Dios.
Una
arma poderosa para combatir y vencer el desánimo es meditar en la bondad de
Dios para con nosotros. Aun en medio de las tristezas de la vida debemos de
recordar que Dios es Bueno. Saber y recordar esta verdad apartará nuestra mente
de los problemas y nos dará la confianza de que todo estará bien.
Encaminemos
nuestros pensamientos en el poder y la misericordia de Dios para ayudarnos y no
en nuestra capacidad para ayudarnos a nosotros
mismos.
Confiemos
en Dios
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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