A éste abre el portero, y las ovejas oyen
su voz;
y a sus ovejas llama por nombre, y las
saca.
Y cuando ha sacado fuera todas las propias,
va delante de ellas;
y las ovejas le siguen, porque conocen su
voz
Juan 10:3-4
La importancia de reconocer la voz de Cristo es punto central en la descripción que
Jesús hace de sí mismo en Juan 10,
enmarca su descripción en una realidad porque sus oyentes reconocieron
de inmediato un pastor y sus ovejas; imagen que la Biblia utiliza con
frecuencia para representar la relación entre Dios y Su pueblo. El pastor lleva
cada día sus ovejas del redil a los pastos, las llamaba, y ellas lo seguían
porque reconocían su voz. El reconocimiento de la voz del pastor les daba
seguridad a las ovejas. Un ladrón podría
intentar llevarse el rebaño llamando a las ovejas como lo hacía el
pastor; sin embargo, las ovejas familiarizadas, con la voz de su pastor, no
seguían al extraño sino que huían de él.
Esta analogía usada, por Jesús nos muestra la clave de nuestra
propia seguridad. Vivimos en un mundo viciado por muchas voces que envían
múltiples mensajes, muchos de ellos desconcertantes y contrarios a la Palabra
de Dios.
Nuestra esperanza de seguridad se apoya en que podamos discernir
a diario la voz del Señor; si la podemos oír por encima del estruendo del mundo
la probabilidad de que nos descarríen las otras voces que nos bombardean continuamente
serán mucho menor.
Jesús señaló después en Su discurso los beneficios que reciben
quienes escuchan Su voz
1. Hay
intimidad yo las conozco. Cuando escuchamos la voz de Jesús, Él termina conociéndonos.
2. Obediencia. Me siguen,
cuando escuchamos Su voz recibimos sus indicaciones para la vida y la
oportunidad de obedecerle.
3. Y les
doy Vida eterna. Esta es la garantía para los que escuchan Su voz y respondan a
ella consagrándose a Dios y
dándoles vida y vida en abundancia.
4. Nadie
las arrebatará de mi mano. Como mencionamos antes, las ovejas están seguras
cundo escuchan la voz de Dios y obedecen.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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