Hija, tu fe te ha sanado.
Vete en paz y sin ninguna enfermedad
Marcos 5:34
Sin lugar a dudas, muchos de los milagros hechos por Jesús
durante Su tiempo de ministerio fueron no solo de bendición para quienes lo
recibieron, sino también para quienes estuvieron como espectadores presenciando
las maravillas que Jesús estaba haciendo y para que ellos también creyeran en Él.
Y entre esos milagros, está el de la mujer de flujo de sangre,
leer el relato bíblico en Marcos 5:24-34 me hace pensar en que su situación no está
nada lejos de las cosas que podemos vivir actualmente, enfermedades en donde
podemos gastar demasiado dinero por años y no lograr obtener resultados favorables,
sin embargo, esta mujer nos da una muestra de lo que podemos hacer:
·
Que a pesar de las circunstancias nos acerquemos a Jesús
·
Que nuestra fe esté puesta en Dios
·
Creer y confiar en que Dios puede hacer un milagro en nuestras
vidas
·
Arrodillarnos delante de Dios creyendo que Él puede obrar
cualquier milagro
Hoy te invito a que como la mujer de flujo de sangre, tengamos
un corazón sincero y dispuesto a creer que para Dios no hay imposibles.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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