Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez,
en el tiempo que Dios le había dicho
Génesis 21:2
He aquí una mujer que tenía todo en contra menos la promesa de
Dios. Ella era anciana, era estéril, su esposo Abraham también anciano, en si
humanamente no había ya esperanza de abrazar un hijo propio.
Pero como Dios es absoluto y soberano, les dio la promesa de que
tendrían un hijo, y así fue; no importando lo que las leyes naturales dicten, Dios
tiene autoridad suficiente para alterar las leyes si así lo requiere. El asunto
es que Sara recibió un milagro en su propia vida, al concederle Dios un hijo
propio.
Hermanos y amigos, para Dios no hay imposible. No importa los
contras que se nos presenten, mientras creamos a Dios siempre habrá una
esperanza de poseer aquello por lo que tanto oramos o deseamos y sobre todo si
lo pedimos conforme a Su voluntad y tenemos la suficiente paciencia como para
esperar los tiempos de Dios.
Los milagros existen, solo basta que creamos, que tengamos fe en
Dios, que hagamos la voluntad de Dios y que esperemos el tiempo de Dios. Recordemos
siempre que para Dios no hay nada imposible, cree en Él y espera el milagro.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
Búscanos
y síguenos en Facebook
0 comentarios:
Publicar un comentario