Yo soy la puerta; el que por
Mí entrare,
será salvo. Juan 10:9
Habrán
muchos que te digan frases como estas: ve a tal lugar, toma esto, ve las
estrellas, lee los horóscopos, etc… te dirán muchas cosas para decirte como
obtener la salvación de parte de Dios. Pero la biblia dice que solo hay uno
(JESUS) y NO hay otro en quien podamos ser
salvos. Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la
cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque
no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Hechos 4:11-12
FELIPE Y EL ETÍOPE. Un ángel del Señor habló a Felipe,
diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén
a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope,
eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos
sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro,
y leyendo al profeta Isaías. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a
ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero
¿entiendes lo que lees? Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y
rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. El pasaje de la Escritura que leía era este: Como
oveja a la muerte fue llevado; Y como
cordero mudo delante del que lo trasquila.
Así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; Mas su
generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo
el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta
esto; de sí mismo, o de algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y
comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por
el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide
que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y
respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el
carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando
subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le
vio más, y siguió gozoso su camino. Hechos
8:26-39
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
Búscanos
y síguenos en Facebook
http://www.facebook.com/mana.ebenezer
0 comentarios:
Publicar un comentario