sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los
hombres,
sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá
del Señor…
Efesios 6:7-8
Durante
la infancia quizás puedan decir en cuanto a servir a Dios: soy muy pequeña, mis
padres no me dejan, no sé hacer muchas cosas.
De
las jóvenes solemos escuchar: soy muy joven como para servir a Dios, no tengo
experiencia y mis deberes escolares y personales me impiden realizar alguna actividad
para la obra del Señor.
En
la edad adulta suelen decir: es que mi casa, mi trabajo, mi familia me
imposibilitan servir a Dios.
En
la tercera edad tal vez el comentario sea: ya estoy cansada, no tengo fuerzas, soy
vieja, ya no puedo servir a Dios.
Y
mi pregunta es ¿Cuál es el momento ideal para servir a Dios? Desde mi punto de
vista: cualquier momento a pesar de la edad y las circunstancias; y Su Palabra
dice claramente: Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Efesios
2:10
Y
analizando un poco estas etapas de la vida, recordé a dos mujeres una muy joven
y otra anciana que simplemente decidieron disponer sus corazones y hacer algo para
la obra de Dios.
María,
la madre de Jesús, ella dispuso su corazón para estar al servicio de Dios, aun
y a pesar de las circunstancias (joven, soltera, comprometida) He
aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Lucas
1:38.
La
mujer de edad avanzada es Ana, imagina la edad que pudo haber tenido de acuerdo
a lo que dice la Palabra: Estaba también allí Ana, profetisa, hija de
Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su
marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacía ochenta y cuatro años;
y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y
oraciones. Lucas 2:36-37
Gloria
a Dios porque para Él no importa la edad, ni las situaciones y condiciones en
las que nos encontremos, Dios solo busca un corazón con la mejor disposición de
servir para su obra, el resto Él lo hará.
Hoy
te invito a que tengamos siempre presente esta Palabra: no sirviendo al ojo, como los que
quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo
la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los
hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea
siervo o sea libre. Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las
amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y
que para él no hay acepción de personas. Efesios 6:6-9
Queremos orar por ti
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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