porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él
Amén,
por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
2 Corintios 1:20
Crecí escuchando los himnarios de gloria y triunfo
y había un himno en particular que llenaba mi corazón. El himno se titulaba
grandes y fieles las promesas que el Señor Jesús ha dado.
Hoy en día después de
más de treinta años como creyentes en Cristo seguimos no solo entonando ese
himno sino experimentando Su presencia y Su poder. Cuando mi alma desmaya Él ha
sido mi Torre Fuerte, cuando me he sentido enferma Él ha sido mi Doctor por excelencia.
Cuando siento que la tormenta me espanta, Él con Su presencia calma las olas. Cuando mi futuro se torna incierto Él me dice no
temas que yo estoy contigo, no desmayes que Yo soy tu Dios, siempre te ayudare
y siempre te sustentare con la diestra de mi justicia. A veces como los
discípulos, cuando estaban en medio de
la tormenta, pensamos que Jesús está dormido, pero Él tiene todo bajo
control. Aparece con Su presencia, al viento lo reprende y al mar le dice calla
y enmudece y cesa el viento y el mar le obedece. (Marcos 4:39.)
Por más de 18 años
hemos viajado fuera del país y siempre toda la familia antes de salir nos ponemos
en Sus benditas manos para que con Su presencia Él esté con nosotros y que así
como salimos con paz y tranquilidad regresemos con Su bendición. Hemos visto
aparatosos accidentes en el camino y
Dios nos ha guardado y protegido.
Si tú quieres tener
en tu vida las promesas de nuestro Dios acepta a Cristo como tu Salvador y así
podrás experimentar Sus promesas en tu vida.
Queremos orar por
ti
Templo Cristiano
Eben-ezer
Saludos cordiales,
bendiciones
Maná para
Eben-ezer
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