Que Dios
te conceda el rocío del cielo; que de la riqueza de la tierra te dé trigo y
vino en abundancia. Que te sirvan los pueblos; que ante tí se inclinen las
naciones. Que seas señor de tus hermanos; que ante ti se inclinen los hijos de
tu madre. Maldito sea el que te maldiga, y bendito el que te bendiga.
Genesis 27:28,29
Genesis 27:28,29
Antes los padres solían bendecir a los hijos, como estos
versículos de Génesis en los que Isaac bendijo a Jacob, era como una
tradición que siempre se cumplía, era más que simples palabras o buenos
deseos, eran decretos de un padre a un hijo, una oración a
Dios que habría de marcar la vida a su descendencia.
Tristemente ésta costumbre con el tiempo se perdió y hoy en
día es más común escuchar palabras de maldición que de bendición a los niños
ante la exasperación de los padres y esto también tiene un impacto tan
grande que pareciera que el diablo se encarga de que así sea, porque no
puede hacer frente a la bendición, esa bendición que viene de parte de Dios,
que siempre es para bien y que causa alegría, que cuando Dios abre una
puerta nadie la puede cerrar y cuando Dios la cierra nadie la puede abrir.
Cada vez los tiempos son más violentos y es necesario
volver a la senda antigua y bendecir al nuestros hijos en Dios, será algo
que deberá de cumplirse a su tiempo, así como siempre pasaba con los tantos
ejemplos bíblicos de bendiciones a los hijos; será lo mejor que podamos
heredarles, es ponerlos en manos de Dios todopoderoso para que sea Dios
mismo quien los sustente.
Muchos de nosotros somos ahora lo que somos gracias a nuestros
padres, gracias a Dios por sus vidas, que creyeron en Dios Cómo
nuestro mejor recurso, muchas veces recuerdo a mi madre orar por mi justo
en el momento en que me dormiría y al despertar nuevamente ahí estaba, en mi
enfermedad declarando sanidad y cuando se me dificultó la escuela me enseñó a
pedir sabiduría e inteligencia al dueño de todo...y así fue la fe de mi
madre decretando bendición del cielo, fue el canal de bendición que usó Dios
para bendecirme, entendió que podía alcanzar el favor de Dios para sus
hijos y declararlo pues el poder de nuestras palabras según la biblia es tal
que: Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán
su fruto. Proverbios 18:21
Es tiempo de bendecir ésta y las siguientes generaciones en el
nombre de Jesús y ver su mano de poder sobre nuestras vidas.
Queremos orar por ti
Envía tu petición a: ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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