Si Jehová no edificare la casa,
en vano trabajan los que la edifican
Salmo 127:1a
El
matrimonio es la unión de dos personas, hombre y mujer que por decisión mutua y
propia se casaron con la intención de formar una familia. Para comenzar a darle forma al matrimonio se
necesita que esté establecido en Dios. Al matrimonio le corresponde trabajar,
poner la mano de obra y en ocasiones los materiales, pero al final de cuentas
el Constructor es Dios, quien desde un principio como el mejor Arquitecto
establece los planos para llevar a cabo la edificación.
Si
el matrimonio intenta construir con sus propias fuerzas y conocimientos, lo más
seguro es que la obra quede inconclusa y si llega a terminarse quedará con fallas que provocarán
con el tiempo un deterioro, que si no se
reparan a tiempo, harán que el edificio se venga abajo al no tener el principal
cimiento que viene a ser Dios, como Señor y Dueño de sus vidas.
Para
que exista la bendición en la familia, se necesita incluir a Dios en los planes
para que en Su infinita sabiduría nos dé las instrucciones precisas para
comenzar a construir el edificio que Dios nos ha dado que en este caso viene a
ser la familia, una familia que sí se entrega a Dios y vive conforme a Su
Palabra llegará a ser un matrimonio fuerte, con buenos cimientos y en el que
Dios viene a ser el Constructor, Proveedor y Dueño de todo.
Queremos orar por ti
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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