... De cierto os digo que
en cuanto lo hicisteis a uno de estos
mis hermanos más pequeños,
a mí lo hicisteis
Mateo 25:40
Amar a Dios con todo nuestro corazón
debe ser nuestra meta diaria, y es que entre los afanes del hogar, los
proyectos laborales y demás logros personales, el egoísmo puede hacernos presas
fáciles y hacernos pasar los deseos de Dios.
Cristo nos enseñó con la ya muy
conocida parábola del buen Samaritano, lo que es el amor al prójimo, es
un amor que debe ser sin miramientos, sin ganar incluso algo a cambio, el buen
samaritano fue el único que se ocupó de ayudar al necesitado.
Pero el ejemplo más grande de amor es
el de Cristo mismo, fue azotado, maltratado, crucificado y todo eso lo enfrentó
con humildad y por amor a nosotros.
Estamos en deuda, aun si nos han
tratado mal, debemos de amar a los que nos rodean, tener esa esencia de nuestro
Salvador, y ver a nuestros enemigos, como nuestros hermanos y les
ayudemos y convivamos en armonía.
Pidamos a Dios que inunde nuestro
corazón con Su presencia, será tanto Su amor y gozo que tendremos que
compartirlo con otros, es imposible amar a Dios y no amar a nuestro prójimo y
así es como también estaremos agradando y amando a nuestro Padre Celestial.
Queremos orar por
ti
Templo Cristiano
Eben-ezer
Saludos cordiales,
bendiciones
Maná para
Eben-ezer
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