para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones…
Efesios 3:17
Que
Cristo habite en el corazón de cada creyente es lo que Dios anhela para sus
hijos. La presencia de Dios en el creyente es la que hace diferencia. El
creyente por sí solo no es nada, viene a ser como una casa vacía, pero al
habitar Dios en él, viene a ser una morada arreglada, restaurada con buenas
vistas y con olores fragantes.
Oremos
cada día para que nuestros hogares sean continuamente llenos de la presencia de
Dios, que diariamente preparemos nuestro altar diario para que Dios se deleite
en nosotros. Que como familia, con constancia y sin cesar, busquemos de la
presencia divina, esa presencia que todo lo cambia, que todo lo transforma y
hace nuevo.
La
presencia de Dios, es una de los más grandes y hermosos regalos que Él nos da,
es un privilegio que tenemos como hijos suyos, agradezcamos siempre por este
precioso regalo y ofrezcámosle siempre esa alabanza en la que Dios se goza, esa
que es directamente desde el corazón, y
en la que bendecimos a Dios, pero aún nosotros somos los más bendecidos por Él.
Queremos orar por
ti
Templo Cristiano
Eben-ezer
Saludos cordiales,
bendiciones
Maná para
Eben-ezer
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