lunes, noviembre 23, 2015

EL DESEO DE DIOS PARA TU ECONOMIA




Sino acuérdate de Jehová tu Dios,  porque él te da el poder para hacer las riquezas.
Deuteronomio 8:18


Dios es quien nos da el poder para hacer las riquezas, Él dijo: "Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos" Hageo 2:8 
Dado que Él es Quien nos da el poder para producir y fructificar, debemos de buscarlo a Él para pedirle Sabiduría para hacer las riquezas, para administrarlas y mantenerlas. Al ser sabios, (y el temor a Dios es el principio de la sabiduría) también debemos ser diligentes, pues "la mano negligente empobrece, más la mano de los diligentes enriquece" Proverbios 10:4

Lo que Dios no quería es que su pueblo se olvidara de dónde Dios los había sacado. Él hizo un pacto con ellos con Condiciones. "No te olvides de tu Dios. Cuídate de olvidarte de tu Dios y los mandamientos que te he dado. No digas en tu corazón: Yo lo he hecho. Mi poder y mi fuerza me han dado estas riquezas" Deuteronomio 8: 1-20) De otra manera, al NO reconocer que era Dios quien los había sacado de la esclavitud y pobreza, volverían al mismo estado anterior. 

Sabiendo que Él es el dueño de la plata y el oro, y que tiene riquezas sobre abundantes en Su trono y en los cielos, debo confiar en que Él es quien me capacita y me Da la habilidad para hacer las riquezas. Que Él me da la sabiduría para lograrlo y que en algún momento determinado de necesidad o escasez, tengo la confianza plena en que Él puede abrir las ventanas de los cielos para derramar Su poder, gloria y aún riqueza y bendición. Me encanta cuando hubo un tiempo de hambre en Samaria a causa de que los Sirios tomaron la ciudad. Era tanta el hambre que la cabeza de un asno costaba 80 monedas de plata y la algarroba a 5 monedas de plata. De pronto el profeta de Dios (Eliseo) da una palabra: "Mañana, a estas horas, se podrán comer 3 kilos de harina por una moneda de plata y 6 kilos de cebada por el mismo precio". El oficial ayudante del rey respondió al profeta de Dios: "Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así?" WOW!! Yo no me fijo en la incredulidad del oficial, sino que expresó una gran verdad aún sin creerla él mismo: "DIOS TIENE Y PUEDE ABRIR VENTANAS EN LOS CIELOS PARA DERRAMAR SU BENDICIÓN"

Directas del Trono de Su Gracia, directas de los cielos. En plena necesidad y pobreza me imagino más que una bóveda llena de riquezas y tesoros que es abierta directamente para nosotros, y lo más hermoso es que proviene del cielo. O sea, no hay imposibles. No hay pobreza, ni preguntas como "¿de dónde?". Pero el oficial del rey no lo creyó y sucedió lo que dijo el profeta: " Lo verás con tus ojos, pero no comerás de ello" Cuando vino la bendición de Dios el pueblo se aglomeró tanto a la entrada de la ciudad, que lo atropellaron y murió.  1 Reyes 7:1-20.

La incredulidad es un pecado que deshonra y desagrada mucho a nuestro Dios. Nos privamos de muchos favores que Él quiere y tiene para nosotros.  Él tiene cosas grandes e incomprensibles para nosotros. Proezas y milagros sorprendentes. Provisión del Cielo directamente. De Su Santo Trono. WOW!! Él lo puede hacer una y otra vez. Confiemos en Él, recordemos que Él nos da el poder para hacer las riquezas, pidamos sabiduría y creamos que Él puede abrir las ventanas de los cielos en cualquier momento de necesidad.



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