En estos versículos Dios habla a nuestra vida
aconsejándonos de que si queremos que nos vaya bien a nosotros y a nuestra
familia, debemos de ponerlo a Él como el centro de todo. Nos dice que de nada
nos sirve trabajar y afanarnos por alcanzar el bienestar y algunas metas si lo
dejamos a Él fuera de nuestros planes.
Si un matrimonio incluyendo a sus hijos se dispone a hacer planes y a
trazar metas pero deja a Dios fuera de ellos, esas metas nunca se alcanzarán,
irán directo al fracaso, ya que carecerán del sustento divino para poderlas
lograr.
De nada nos sirve comenzar a edificar, si al
final de cuentas no sabemos si lograremos acabar porque quizás no tengamos lo
necesario para que el edificio quede en pie. En todo nuestro matrimonio, en
toda nuestra vida, debemos de regirnos por lo que Dios ha establecido en Su
bendita Palabra, si Dios no es el Arquitecto y Edificador de nuestra vida y de
nuestra familia, de poco o nada servirán nuestros esfuerzos y nuestros muchos
planes.
Hay que incluir a Dios en todo lo que
hagamos, pero principalmente antes de comenzar a hacerlo, consultémoslo con Él
para saber si está dentro de Sus planes para nuestra vida.
Que Dios siempre ocupe el primer lugar en
nuestra vida por encima de todo y de todos, de tal manera que podamos agradarlo
en todos lo que hagamos.
Queremos orar por ti
Envía tu petición a: ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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