viernes, julio 17, 2015

DESDE LOS SALMOS A TU PERSONA




DESDE LOS SALMOS A TU PERSONA

Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.
Salmo 103:1,2

Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre

A pesar de las situaciones que tengamos que hacer frente, debe surgir alabanza a nuestro creador, muchas veces en medio de la dificultad  es difícil que brote esa adoración y es porque ponemos nuestra mirada en nosotros mismos, no estamos completamente rendidos a Dios, y es que Dios es Dios por sobre toda situación, nuestra entrega  a Él no debe ser condicionada,  si me das lo que quiero, si en todo me va bien, antes en medio de la dificultad rendirnos a su poderío y majestad, y esperar en Él;  y en medio de la alegría no olvidarnos de nuestro Señor, simplemente por lo que Él es, es Dios Santo, Santo, Santo, y solamente por ello, con todo lo que somos, espíritu, alma y cuerpo bendecir a nuestro Padre Celestial.

Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.
No hay que olvidar que cada día son nuevas sus misericordias, y si no fuera por ello ya hubiésemos sido consumidos,  y como dice versículos más adelante del Salmo 103:   Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias.

Meditar en sus misericordias, es todo un deleite que produce en nuestras vidas gratitud a Dios, y esa gratitud en alabanza a Dios y esa alabanza en bendición para nuestras vidas.

Martín Lutero se refirió a la gratitud como "la actitud básica cristiana" y hoy en día todavía se la menciona como "el corazón del evangelio."

La psicología moderna refiere que hay múltiples beneficios para las personas que experimentan la gratitud, imagínese para un cristiano que tiene un corazón agradecido, no hay lugar para la tristeza o la desesperanza, pues sabemos que los que aman a Dios, todas las cosas les son para bien y sientes que no te alcanzan las fuerzas para corresponderle a Dios, solo podemos bendecir su nombre y alabarlo con todo el corazón.

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Templo Cristiano Eben-ezer


Saludos cordiales, bendiciones

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