Hace ya algunos años, recuerdo
que platiqué con un joven que con mucha sinceridad me decía, que siempre tenía
muy presente, que cuando él andaba en el mundo haciendo maldades y viviendo en
pecado, en las noches al llegar a su casa ya tarde, siempre escuchaba a su mamá
orando a Dios. Y en sus oraciones pedía a Dios por él. Recuerda escuchar a su
mamá decirle a Dios: "Protégelo donde quiera que ande, guárdalo de
peligros y toca su corazón. Alcánzalo Señor, te pido por la salvación de su
alma. Te pido que lo salves, y él venga a tus pies Señor".
Esa era la oración constante de
su madre. Eran varios los hermanos, que tenía este joven, y sólo faltaba que él
le entregara su vida a Cristo. Por las oraciones de su madre, sus hermanos ya
vivían para Dios, pero faltaba él.
Pero un día, se dio cuenta que se
sentía sólo, que le faltaba algo, se dio cuenta que necesitaba a Dios, y en una
reunión de la Iglesia a la que asistió por primera vez, tomó la decisión más
importante en su vida; aceptó a Cristo en su corazón como su Señor y Salvador.
Por las oraciones incesantes e intercesoras de su madre, finalmente le entregó
su corazón a Dios.
Hoy Manolo, predica a Cristo y es
parte del grupo de alabanza de su Iglesia, es un siervo del Señor, y todo por
la oración perseverante de su madre que clamaba noche a noche por él. Gloria a
Dios.
Queremos orar por ti
Envía tu petición a: ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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