Porque toda la tierra
que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
Génesis 13:15
La
vida del patriarca Abraham, es una fuente de inspiración para cada creyente; la serie de acontecimientos que suceden desde que
Dios lo llama, marcan una preparación para ser bendecido, salir de su tierra
y dejar
la seguridad, la comodidad,
o simplemente no saber a dónde ir; nos habla de su
confianza en Dios, y que ésta no decayó
al pasar los años.
Una
vez que ha emprendido su peregrinar, vemos que
no le es nada fácil porque se enfrenta a tiempos de escasez (Hubo entonces hambre en la tierra, y
descendió Abraham a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la
tierra. Génesis 12:10). A tiempo de
guerra (Oyó
Abraham que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en
su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan. Génesis 14:14).
Luego
ver pasar el tiempo y no tener la promesa de un hijo pudo causar en él
desaliento, o falta de fe para seguir con los planes que Dios le había dicho (Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los
cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu
descendencia. Génesis 15:5)
Al nacer
aquel hijo tan esperado, tener que ofrecerlo en sacrificio porque Dios
así se lo pidió; esto pudo haber hecho que Abraham terminar su pacto, su
relación con Dios y no seguir
más, renunciar a aquel llamado a ser bendecido, pues ya había recibido
suficiente hasta ese momento; Dios lo
había bendecido de muchas maneras ,¿para qué seguir? Pero Abraham no desertó
porque sabía que Dios le había prometido levantar descendencia de Isaac (Pensando que Dios es poderoso para levantar
aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a
recibir. Hebreos 11:19).
Podríamos
resumir que el ser bendecido por Dios demanda tener fe y el obedecer a pesar de
todo. Si contemplamos el galardón, pagaríamos el precio, ya que el ser
bendecido, no nos habla de una sola ocasión
en nuestras vidas, sino más bien
que entramos a un camino de bendición que nos atrae a continuar hasta alcanzar
todo lo que Dios nos ha prometido para siempre (eternamente).
Saludos cordiales,
bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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