La biblia hace mención de dos tipos de personas y usa variados y diferentes términos para cada una de ellas. Están los justos o injustos (impíos), los sabios o necios, prudentes o insensatos, y en el pasaje que nos corresponde, nos habla de la diferencia de ser diligentes o negligentes.
Una persona diligente es una persona esforzada, cuidadosa, solícita, que obra con interés, atención y rápidamente. Ser negligente es TODO lo contrario, es no hacer las cosas como se DEBIERAN hacer.
En el principio de la creación, Dios dotó a Adán y le dio la responsabilidad de gobernar y señorear sobre todas las cosas en la tierra. Él nos dio esa autoridad, por lo tanto, debemos de ser SABIOS Y DILIGENTES para cuidar y administrar TODOS los recursos que Dios nos da. Esta sabiduría viene de lo alto y tenemos que buscarla para poder sacar el máximo provecho de todas las cosas que Dios ha puesto y quiere poner en nuestras manos.
"La mano negligente empobrece, mas la mano de los diligentes enriquece"
Escojamos ser diligentes. Busquemos el esfuerzo y dedicación, pues del fruto de nuestras manos, eso es lo que tendremos. Isaías 3:10
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezerebenezertemplocristiano2009@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario