SE EJEMPLO A LOS HIJOS
presentándote tú en todo como
ejemplo de buenas obras;
en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra
sana e irreprochable.
Existen libros que
enseñan a los padres a ser ejemplares para crear hijos excelentes, pero creo
que tienen sus desventajas, ya que surgen situaciones repentinas que no están escritas
en el librito y no hayamos esa solución inmediata para suplirlas. Padres, pero existe
un libro maravilloso que es la guía para aconsejarnos y corregirnos, nos enseña
a como ser con nuestros hijos, cómo educarlos e instruirlos, además nos da el
camino para buscar la solución a los problemas, a las necesidades, a las
enfermedades, nos dice que en la oración encontramos esas respuestas que
buscamos; ese libro al que me refiero es la Biblia, la Palabra de Dios, que es
viva y eficaz.
Hoy nos trae un consejo
la Biblia: presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza
mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable (Tito 2:7).
Padres, dice la palabra de Dios: preséntate
en todo como ejemplo de buenas obras, todo lo que hagamos sea el bien y no
el mal, como dice: Isaías 1:17:
aprended a hacer el bien; buscad
el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la
viuda.
Que
nuestros hijos vean y aprendan que obramos correctamente con las personas que
nos rodean, porque si hacemos lo contrario, ellos tomaran el mismo patrón de
conducta que el nuestro, y llegaran a ser igual o peor que nosotros; no sigamos
el ejemplo del pueblo de Israel, que nos dice en Salmos 78:8: Y no sean como sus
padres, generación contumaz y rebelde; generación que no dispuso su corazón, ni
fue fiel para con Dios. Padres ¿Qué ejemplo estamos dando a nuestros
hijos? ¿Cómo nos comportamos dentro y fuera de nuestro hogar? maldecimos,
mentimos, hurtamos, odiamos, peleamos, nos embriagamos, maltratamos, somos
indiferentes, los tenemos en poco, no oramos, no estudiamos la Palabra de Dios,
no asistimos a la iglesia, vivimos ocupados en el trabajo y no tenemos tiempo
para ellos, somos ociosos, etc. Nunca es tarde para cambiar, aun y cuando los
hijos sean adultos podemos ser un ejemplo para ellos; intentemos ser el ejemplo
a seguir para ellos, para que tomen ese mismo patrón. Así que seamos de buena
conducta, serviciales con la gente, obedientes a los padres, seamos íntegros
ante todo, hagamos las cosas con seriedad, hablemos palabra sanas e
irreprochables ante ellos y ante la sociedad. Sabemos que hoy en día la sociedad
está trastornada por el pecado; el libertinaje se ha acrecentado y nuestros
hijos corren peligro en medio de todo eso; ahí es donde tenemos que actuar para
que no se pierdan en un mundo sin Dios, sino que aprendan amar, a servir y orar
a Dios. Tomemos el gran compromiso: Ser imitadores de Jesucristo y no del mundo,
como nos dice en Efesios 5:1-4 Sed, pues, imitadores de Dios
como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó
así mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Pero
fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros,
como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías,
que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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