lunes, marzo 18, 2013

LA HUMILDAD DE JESÚS





La humildad de Jesús nos muestra el servir a los demás con amor. Lo podemos ver ilustrado cuando Jesús lavó los pies de los discípulos, y los enjuago con la toalla con que estaba ceñido (Juan 13:4-5);a Jesús no le importó ser el Señor o ser el Maestro, sino que demostró ese amor a sus discípulos con toda humildad aun siendo el Hijo de Dios. Podemos aprender que aunque seamos alguien importante o seamos de un nivel superior, ya sea laboral o económico,en el amor de Dios serviremos a los demás con sencillez no mirando nuestro propio bien sino el de los demás;si acaso es difícil actuar con humildad, es necesario que quitemosla soberbia y la altivez de nosotros y mostrar la sencillez de corazón y amar a aquellos que pudiéramos tener en poco, ya que no porque ejerzamos una autoridad,al ser padres de familia o porque tenemos gente subordinada a nuestro cargo o porque tenemos un buen puesto en nuestro trabajo o porque tenemos un puesto importante en nuestra iglesia vamos a menospreciar a las personas, tu y yo debemos actuar como Jesús, con humildad para con los que dependen de nosotros, tratémoslos con amor y con respeto como si fuéramos nosotros mismos, por eso Jesús dijo: De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis (Juan 13:16-17).
La humildad de Jesús también se muestra en amar a los demás. Imitemos día a día el amor de Dios con la gente que nos rodea, con nuestra familia, con las personas a las que hemos ofendido o aquellas que no nos aceptan. Pero para amar tenemos que empezar a perdonar quitando de nuestra vida el orgullo y desechar esas frases: yo porque me rebajo a pedir perdón, yo porque le voy hacer bien a esta persona si me hizo mal oporque voy ayudar a esa persona si se portó mal conmigo, etc. Es necesario que Jesús haga un cambio en nosotros porque a veces es tanto ese orgullo que nos duele en el alma abrir nuestros labios para pedir perdón a las personas y no damos lugar al Señor en nuestro corazón. Por eso nos dice la biblia:Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas (Marcos 11:25).

Les comparto la palabra del Apóstol Pablo que confirma la humildad de Jesús, la cual debemos imitar, nos lo dice en el libro a los Filipenses 2: 1 al 7 Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

Templo Cristiano Eben-ezer
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