Que buen consejo el de Santiago. Si ya por si la oración es
buena para nuestras almas, pues con ella no allegamos a Dios, nos consagramos más
a nuestro Señor. La oración nos comunica con nuestro Padre Celestial y una
continua vida de oración nos santifica más.
Y si esta oración que tanto nos beneficia espiritualmente la
utilizamos para interceder por los demás y en especial para la iglesia de
nuestro Señor Jesucristo, los nuestros y porqué no, aun por los que no
conocemos. Estoy seguro que la misericordia de Dios será tal que Sus respuestas
descenderán según Su voluntad y los beneficiados seremos todos.
Dice Santiago la oración
eficaz del justo puede mucho. Yo lo creo y sigo orando hasta ver Sus
respuestas. Y cuando llegan sigo orando agradecido (y acá entre nosotros les diré
que para entonces ya tengo más motivos para orar). Que dicho sea de paso,
Santiago nos aconseja en este texto que oremos por los demás para que sean
sanados. En las iglesias siempre hay algún enfermo que necesita un miagro de
Dios y nosotros los compañeros de milicia, los hermanos en la fe estaremos allí
para orar por su sanidad.
Que hermosa cadena de oración. Hagamos hasta lo imposible
porque no se parta.
Oremos unos por otros para que sean (seamos) sanados.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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