jueves, noviembre 08, 2012

LA FE QUE SANA




Esta es una de las escenas más conmovedoras en las que se involucran la fe de un necesitado. Un hombre que reconoce que su enfermedad era la más despreciada  y que lo tenía en las afueras de la sociedad y la única manera de reintegrarse a los suyos era que estuviera libre de esa lepra. La fe de este hombre se centra en que sólo Jesús es el único que puede limpiarlo o sanarlo. 

Y no importando el rechazo de la gente se dirigió directamente hacia donde estaba su única oportunidad de salud: Jesucristo.     
Este hombre no deja de conmoverme, porque una vez que está cerca de Jesús, no sólo reconoce que su cuerpo está leproso, (que para muchos era consecuencias del pecado), sino que reconoce también la Divinidad de Jesús y se presentó a Jesús de la manera en que todos deberíamos de presentarnos: A sus pies, apelando a Su misericordia. Casi le decía: soy un pecador pero si Tu quieres puedes salvarme, soy un leproso pero si Tu quieres puedes limpiarme.

Jesús no cuestionó a este hombre solamente vio la sinceridad de su corazón, la fe y simplemente lo sanó y le dijo: Quiero, sé limpio.
Hermanos y amigos la actitud de este hombre nos debe enseñar que para llegar a Jesús sea cual sea nuestra enfermedad, no sólo hay que tener fe en Él, sino presentarnos de la manera correcta reconociendo que Él es el Dios de la misericordia y nosotros somos los que necesitamos de esa misericordia.         

Saludos cordiales, bendiciones


Maná para Eben-ezer

Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com

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