Una ayuda idónea se entiende que es para el apoyo mutuo de
una pareja: sacar adelante a un hogar, trabajar por él, ver a los hijos,
sostenerlos, proveerles, darles educación… pero esta ocasión esta ayuda aunque tenían
un mismo sentir y sus pensamientos estaban ligados y sus intenciones estaban en
común acuerdo no obstante, esta ayuda idónea perjudicó mortalmente a un matrimonio.
Y se pusieron de acuerdo para querer engañar a Pedro pero en
realidad sus acciones iban en contra de Dios y el Espíritu Santo intervino para
evidenciar sus malas intensiones… Y a Él ¿cómo lo podemos engañar? ¡Ni pensarlo!
La historia dice que cayeron
muertos en un intervalo de tres horas uno del otro. Demostrando primero que a
Dios no se le puede engañar. Segundo que no siempre la ayuda idónea tiene un
final feliz, sobre todo cuando como pareja se ponen de acuerdo para
perjudicar a terceros comenzando con los
hijos. Por ejemplo, si como padres no damos muestras de respeto, de moral, de
principios, modales, de religión a nuestros propios hijos ¿no los estaremos
perjudicando al ser en ellos una influencia negativa? Definitivamente que sí y
no sólo eso sino que la siguiente generación crecerá creyendo que eso es lo
correcto.
De manera que la próxima vez que te pongas de acuerdo con tu
pareja procura que tus planes sean conforme a la voluntad de Dios para que Él
respalde tu vida y la de tu pareja. Dice la Biblia “No os engañéis Dios no
puede ser burlado porque todo lo que el hombre sembrare eso también segará”
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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