miércoles, abril 25, 2012

LA RESURRECCION QUE VENCIO LA MUERTE PARA DARNOS VIDA




Como hijos de Dios creemos que Jesús resucitó, Él venció la muerte y vive por los siglos de los siglos. Como dice el apóstol Pedro: Varones Israelitas, oíd estas palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado de Dios entre vosotros en maravillas y prodigios y señales, que Dios hizo por él en medio de vosotros, como también vosotros sabéis; A éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole; Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser detenido de ella. A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, levantado por la diestra de Dios, y recibiendo del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís (Hechos 2:22-24, 32-33).

No dudamos nada, Jesús vive y lo hemos experimentado en nuestros corazones, así que también somos testigos de su amor, en milagros y prodigios que ha hecho en nosotros y en nuestra familia. No seamos incrédulos como uno de los apóstoles, llamado Tomas, él no creyó hasta que no vio y palpo las heridas de Jesús, como nos dice la palabra que Jesús le dice á Tomás: Mete tu dedo aquí, y ve mis manos: y alarga acá tu mano, y métela en mi costado: y no seas incrédulo, sino fiel. Entonces Tomás respondió, y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Dice Jesús: Porque me has visto, Tomás, creíste: bienaventurados los que no vieron y creyeron (Juan 20:27-29). Jesús resucito amigos, creamos con los ojos de la fe, sé bienaventurado.

Fuimos sepultados juntamente con Él, el viejo hombre murió para resucitarnos en un nuevo hombre, limpio, santificado, perdonado y purificado por su sangre. Así que amigo, en ti está la decisión, cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación (Romanos 10:8-10).

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com

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