Como cristianos y como seremos humanos, tratamos de buscar siempre lo mejor y tener siempre lo mejor en todas las áreas posibles; pero, a veces, cuando de relaciones interpersonales se trata, algo pasa que erramos. A veces vemos y sentimos cosas que no tienen nada que ver con la realidad y sólo tratamos de satisfacer nuestra idea o concepto, o incluso, soledad.
La Biblia habla de tener cuidado con quién nos relacionamos. 1 Corintios 15:33 dice: "No erréis, las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres"
No es malo conocer gente de todas partes y entablar conversaciones para llegar a conocerlas. Lo malo es que toleremos aquellas conversaciones que sabemos que están mal y que no edifican, peor aún, que las sigamos buscando cayendo en la aprobación de dichos pensamientos e ideas que van en contra de lo que Dios desea.
Estamos en este mundo, Dios nos pide que hablemos de Él a todas las naciones y con todos los pueblos, gente, que nos relacionemos.
Pero si acaso nos vamos a relacionar con alguien que pueda afectar nuestra vida espiritual o nuestras buenas costumbres, Dios nos dice así como a Jeremías: "Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos" Jeremías 15:19
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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