LA FORTALEZA DE UN AMOR GENUINO

La palabra de Dios nos dice: Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios (1 Juan 4:7). Creo que una de las áreas donde falta fortalecer el amor es en los hogares, existe una gran necesidad de que los lazos de amistad y de amor entre la familia sean cimentados cada vez más; es básico que como padres instruyamos en nuestros hijos el respeto y el amor hacia los demás, independientemente si la persona sea buena o mala. Hoy en día vemos hogares destruidos y una desintegración familiar grande, se ha perdido la comunicación, el respeto y el amor. Existen hogares con problema de desintegración, vemos a padres separados de los hijos, sin que se importaran la situación que pase cada uno de ellos. Pero nosotros que conocemos al Señor, demostremos el amor genuino y oremos por estas familias con problemas, hablémosles del amor de Dios; estos hogares pueden ser restaurados por el poder de Dios. También oremos por los hogares y familias cristianas, que el Señor fortalezca el amor y exista la unidad familiar, que cuando uno caiga estemos ahí para levantarlo y reafirmemos con solidez nuestras relaciones que sean difíciles de romper.

Otra área que debemos fortalecer es la unidad en la iglesia, cada uno que asistimos a una iglesia y que somos salvos, el amor de Dios debe reflejarse en común. Ese amor debe ser genuino, puro y que sobrepase todo lo que hacemos. Si algún hermano cae, levantarlo en el amor de Dios o cuando alguno esté enfermo o afligido, oremos unidos por él, si otro hermano está en necesidad para eso es la canasta misionera. Porque juntos seremos más fuertes, como nos lo dice el proverbista: Mejores son dos que uno. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero. Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto. ¿No pide el Señor unidad entre nosotros? el pueblo de Dios debe estar unido en la oración, en el servicio a Dios, en el compañerismo y la convivencia, para alcanzar solidez fraternal y espiritual. Difícilmente un cordón se romperá si este tiene suficientes dobleces y es elaborado con un material resistente y de buena calidad; pero si la iglesia elabora una cordón delgado de amistad, una relación de mala calidad pues fácilmente esa cuerda se romperá, y será más vulnerables para el enemigo, que hará todo lo posible para cortar el lazo de amistad y amor entre la iglesia, por eso 1 de Juan 3:18 nos da el consejo: Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Vivamos como la iglesia primitiva, vivamos un amor puro y genuino: Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos (Hechos 2:44-47).

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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