LA ESPERANZA EN DIOS EN LAS PRUEBAS

Cada uno de nosotros tenemos una esperanza en que o en quién podemos confiar, pero puede ser que algunos tienen su esperanza en el dinero o en sus posesiones, otros en algunas imágenes que no tienen vida o algunos confían en sí mismos o en su propio ego; cada vez que nos enfrentamos a una prueba o a una tribulación recurrimos a estas sin medir las consecuencias de ofender o de no agradar a Dios. Permíteme decirte que qué la única esperanza real es la que ponemos en Dios y nuestros ojos firmes en Jesús, la esperanza viva nuestra, como nos dice en: Hebreos 12:2: puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Cuando tú y yo ponemos nuestra confianza en Jesús, nos gloriamos en las tribulaciones, porque sabemos que a través de estas, el Señor nos da la paciencia para sobrellevarlas y en lugar de llanto pasamos las pruebas con gozo, con la esperanza en Jesús. Nada nos avergonzará aunque estemos pasando duras pruebas, aunque no tengas más fuerzas en tu alma, no te desesperes ni quieras desmayar, el amor de Dios está en ti y en mi; la prueba la pasarás con fe, con la fortaleza del Señor, por eso podemos decir Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Cuando aceptamos a Jesús, recibimos el Espíritu Santo de Dios y a través de Él el amor de Dios fue derramado en nuestros corazones y sí permanecemos en Su palabra y no nos soltamos de Su mano, ese amor nos hará estar firmes para no desmayar en los momentos que pasamos por tribulaciones o en pruebas. Por eso es necesario que encendamos el fuego de Su Espíritu Santo en nuestros corazones, porque Él intercede por nosotros con gemido indecibles y es quién nos ayuda en nuestras debilidades, como nos dice: Romanos 8:26: Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Hermano y amigo, Jesús quiere  derramar y llenar tu vida de Su amor a través del Espíritu Santo de Dios, Él quiere que te goces aún en la tribulación, aún en el dolor, aún en la enfermedad, El quiere que vayas creciendo, y esperes pacientemente en el Poderoso de Israel. Termino con el pasaje que tal vez muchos hemos olvidado y que debemos poner en práctica diariamente: Romanos 12:12-15 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.    

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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