LA ATENCIÓN DE DIOS AL CLAMOR

En estos últimos tiempos, me he dado cuenta y he estado más apercibida de cuánto escucha más Dios nuestra oración cuando hay un quebrantamiento y hay un lloro genuino, un dolor y un sufrir por las circunstancias pero que a pesar de nuestro lloro, venimos ante Él humillados y con un deseo de entender las cosas como Él las ve y no nos acercamos con reclamos, sino con humildad.

Este pasaje lo declara: "El deseo de los humildes oíste, oh Jehová"

Y Dios lo confirma cuando dice que ÉL no despreciará un corazón contrito y humillado. Salmo 51:17

Dios ha hecho grandes cosas y maravillosas cuando el pueblo se humilla, cuando reconoce su necesidad de Dios y su incompetencia contra el Soberano, Rey y Dios. Hay algo en esas oraciones que uno mismo las identifica, las reconoce; sabemos que hubo algo especial en esa oración, una humillación, un encuentro especial con nuestro Dios y que sabemos que ÉL ya nos escuchó y que tenemos Su respaldo. Entonces el Señor de pronto nos sorprende, sin quizá esperarlo para el mismo día o próximos días. Ese es el poder de la oración, ese es el "poder" de la humillación, pero sólo Dios juzga cuando realmente somos honestos. A nosotros nos toca ser transparentes con Él para que no haya ningún estorbo y Dios nos conteste. Cuando Dios ve eso en nosotros, oye nuestro deseo, y lo cumple.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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