Para encontrarnos cansados hay muchas razones, pueden ser físicas, por exceso de trabajo, pueden ser emocionales, por problemas de amores, puede ser por desgaste ante necesidad económica, o puede ser espiritual, por el peso del pecado; para cualquier clase de cansancio Dios tiene la solución… El descanso de Dios para el cansado, es su salvación, su palabra, su abrigo, su abrazo, su auxilio.
Si tú como el salmista deseas huir desesperadamente de tus problemas y angustias porque no puedes más y gritas ¡Quien me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría (Salmos 55:6) No huyas, no te distraigas, no hay mejor descanso que su salvación, El dice: Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. (Mateo 11:29) No cargues con tu pecado que aunado a tus problemas (si no que la causa de tus problemas) te fatiga cada minuto más y te quita el sueño. Dios ha prometido que en él siempre hallaras descanso y solución a tus angustias. Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. (Éxodo 33:14) Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo. (Salmos 55:22).La habitación esta lista, la cama esta tendida, los brazos amorosos están prestos para abrazarte, consolarte y arrullarte para un descanso tranquilo y reparador; ¿Caminas tú por esa senda, que pasa por esa habitación? ¿Recorres tú el camino del Buen Pastor, en donde hallarás aguas tranquilas y delicados pastos? (En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Salmos 23:2)
En la vida siempre encontraremos dificultades y problemas, la diferencia entre el desgaste, el cansancio y la muerte temprana y sin sentido, la tiene el camino por donde vas. Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, si no por mí. (Juan 14:6) Ve a Cristo y síguele, encuentra el buen camino para que andando por el descanses en el Señor; Dirás entonces como el salmista: Vuelve, Oh alma mía, a tu reposo, porque Jehová te ha hecho bien. (Salmos 116:7)
Bienaventurado el hombre a quien tú, Jehová, corriges, y en tu ley lo instruyes, para hacerle descansar en los días de aflicción Salmos 94:12 y 13
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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