Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre y no desprecies la dirección de tu madre, la palabra “oye”, que viene del verbo “oír”, significa: atender el consejo de alguien, es decir, “atender el consejo de los padres”. Al definir la palabra “oír” pudiéramos creer que la tomaron de la base bíblica de Proverbios 8:33 Atended el consejo, y sed sabios, y no lo menospreciéis. Este principio es muy importante y nos enseña que los hijos deben atender la instrucción y la dirección de los padres, para que encontrar la sabiduría necesaria para su diario vivir.
Como hijos, ¿Hemos atendido al consejo de nuestros padres? y ¿Hemos obedecido?, creo que sólo en ocasiones ¿verdad?, es porque a veces aceptamos sólo los consejos que nos convienen, por eso menospreciamos la disciplina, la prevención y la corrección. Tengamos cuidado que por no seguir la instrucción y la dirección de los padres, aprendamos en la vida a base de nuestros propios errores o a base de golpes que nos dé la vida, y con los problemas encima de nosotros por no haber escuchado el consejo a tiempo. Es porque como humanos somos tan orgullosos y autosuficientes que creemos saberlo todo en la vida sin pensar en las consecuencias. La biblia nos hace recordar un ejemplo de desobediencia en Lucas 15:11-32 que habla sobre la parábola del hijo prodigo; en el cual el hijo menor no obedeció el consejo de su padre, él le pidió a su padre la parte de los bienes que le correspondía y al juntarlo todo se fue a una provincia lejana y ahí vivió perdidamente malgastando todo el dinero hasta quedarse sin nada, pero hubo una gran hambre en aquella provincia y al verse perdido y en pobreza anhelaba volver a la casa de su padre. No dejemos que nos pase como a este joven que por no acatar el consejo de nuestro padre lamentemos no haberlos escuchado, por esos debemos atender el consejo de nuestros padres, así como retener toda su experiencia porque esta nos servirá como guía para nuestra formación y como base para la toma de nuestras decisiones en la vida, como nos dice su palabra en Proverbios 4:13 Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida.
Tenemos el ejemplo más hermoso de obediencia en la biblia, nuestro señor Jesús fue obediente a su Padre hasta la muerte y muerte de cruz. Así nosotros debemos obedecer a nuestros padres, escucharlos atentamente y guiarnos con su instrucción y dirección. Asimismo debemos de guardar y obedecer la palabra de nuestro Dios y obtendremos la promesa que será un adorno de gracia en nuestra cabeza y collares para nuestro cuello. Sigamos el consejo del proverbista que dice en Proverbios 3:21-24 Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, y serán vida a tu alma, Y gracia a tu cuello. Entonces andarás por tu camino confiadamente, Y tu pie no tropezará. Cuando te acuestes, no tendrás temor, Sino que te acostarás, y tu sueño será grato.
Saludos cordiales, bendiciones
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