La gloria que me diste, yo les he dado,
para que sean uno, así como nosotros somos uno
Juan 17:22
Durante
los primeros años de la iglesia primitiva los único gentiles que se unieron a
las filas cristianas eran los que se clasificaban como prosélitos o convertidos
al judaísmo. Todos los creyentes seguían sometidos a las tradiciones, judías en
cuanto a su manera de vivir, sus costumbres religiosas. Hasta el capítulo 10 y 11 del Libro de los Hechos
todavía no existían estas puertas de entrada para los gentiles. La posición
general era que cualquier cristiano tendría que primeramente someterse a las
normas de la religión judía.
Por
supuesto el Espíritu Santo no estaba nada satisfecho con esto. Siempre notamos
Su empeño en derribar barreras y suprimir divisiones, una iglesia con barreras
y perjuicios contra la participación de los gentiles no era una buena
demostración de que Dios ama al mundo entero. El cristiano judío convertido era tan estrecho que no daba lugar para todos aquellos por
quienes murió Jesús. La visión que
tenían hasta entonces era muy reducida que no podían dar cumplimiento exacto a
la gran comisión de Cristo de hacer discípulos a todas las naciones.
De
esto nosotros debemos aprender que la base para la unidad es la aceptación de la Palabra de Dios, la fe
en Cristo como el eterno Hijo de Dios y el plan de salvación por la obra
redentora de Jesucristo, las demás cosas son de menor importancia. La iglesia
primitiva tuvo que vencer las barreras de diferencia de costumbres, diferencia
idiomas; diferencia de pensamientos y de visión de algunos miembros. Aun sin
embargo el Espíritu Santo unificó, concilió, fundamentó a la iglesia primitiva,
de la misma manera está dispuesto hacer la obra en nosotros para que cumplamos
el plan establecido por Dios desde el principio de las edades.
El
Espíritu Santo siempre intervendrá en la Iglesia para destruir las barreras y
obstáculos que los hombres levantan entre sí. Jesús oró al Padre para que todos
los creyentes en Él pudieran ser uno. La gloria que me diste, yo les he dado,
para que sean uno, así como nosotros
somos uno. Juan 17:22
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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