Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad…
Romanos 8:26
Aunque Anne Sheafe Miller murió en 1999 a los 90 años de edad,
casi fallece en 1942 después de contraer septicemia por un aborto espontáneo y
que todos los tratamientos fracasaran. Entonces, otro paciente mencionó que
conocía a un científico que trabajaba en una nueva droga milagrosa. El médico
de Anne presionó al gobierno para que liberara una pequeña dosis para Anne.
Después de solo un día, ¡su temperatura volvió a la normalidad! La penicilina
le salvó la vida.
Desde la caída, todos experimentamos una devastadora enfermedad
espiritual por el pecado (ver Romanos 5:12). Solo la muerte y resurrección de
Jesús y el poder del Espíritu Santo traen sanidad (ver Romanos 8:1-2). El
Espíritu nos da vida abundante en la tierra y eternamente en la presencia de
Dios (ver Romanos 8: 3-10). «Y si el Espíritu de aquel que levantó de
los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo
Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en
vosotros» Romanos 8:11
Cuando tu naturaleza pecaminosa amenaza con drenarte la vida,
mira la fuente de tu salvación, Jesús, y fortalécete por el Poder de Su
Espíritu (ver Romanos 8: 11-17). «El
Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad» y «conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos» Romanos 8:26-27
(*) Tomado de Nuestro Pan Diario
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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