Sean vuestras costumbres sin avaricia,
contentos con lo
que tenéis ahora;
porque él dijo: No
te desampararé, ni te dejaré;
Hebreos 13:5
De nuestro trabajo
hay el sustento para nuestra familia o para nosotros mismos, y es capacitación,
cursos, adiestramientos y logros académicos por los cuales se obtiene un
trabajo. Pero la confianza no debe de estar en lo adquirido por uno mismo, sino
reconocer que fue por la gracia de Dios quien es el que da la sabiduría y el conocimiento
para aprender todas las enseñanzas. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy;
y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos
ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 1 Corintios 15:10
Confiar en Dios en tu
trabajo es asegurar una economía. Y hacer las cosas en nuestro trabajo como
para Dios, y cuando se presenten situaciones adversas o difíciles será Dios
quien te saque adelante y quien te de la sabiduría para enfrentar las
dificultades y salir victorioso. Siervos, obedeced en todo a vuestros amos
terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres,
sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor
recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Más
el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay
acepción de personas. Colosenses 3:22-25.
Confiar en uno mismo,
en mi sabiduría, en mi destreza, en mis fuerzas, creer que uno todo lo puede, trae
graves consecuencias.
Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia, habló el rey y
dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la
fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la
boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey
Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te
arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes
te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el
Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres. Mas al fin del tiempo yo
Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al
Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, Ahora yo Nabucodonosor
alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son
verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con
soberbia. Daniel 4:29-37
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
Búscanos
y síguenos en Facebook
0 comentarios:
Publicar un comentario