domingo, noviembre 13, 2016

CONFÍA EN DIOS EN TU TRABAJO






Sean vuestras costumbres sin avaricia, 
contentos con lo que tenéis ahora;
porque él dijo:  No te desampararé, ni te dejaré;
Hebreos 13:5

De nuestro trabajo hay el sustento para nuestra familia o para nosotros mismos, y es capacitación, cursos, adiestramientos y logros académicos por los cuales se obtiene un trabajo. Pero la confianza no debe de estar en lo adquirido por uno mismo, sino reconocer que fue por la gracia de Dios quien es el que da la sabiduría y el conocimiento para aprender todas las enseñanzas. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 1 Corintios 15:10

Confiar en Dios en tu trabajo es asegurar una economía. Y hacer las cosas en nuestro trabajo como para Dios, y cuando se presenten situaciones adversas o difíciles será Dios quien te saque adelante y quien te de la sabiduría para enfrentar las dificultades y salir victorioso. Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Más el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas. Colosenses 3:22-25.

Confiar en uno mismo, en mi sabiduría, en mi destreza, en mis fuerzas, creer que uno todo lo puede, trae graves consecuencias. Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia, habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres. Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.  Daniel 4:29-37

Queremos orar por ti

Envía tu petición a: ebenezertemplocristiano2009@gmail.com   

Templo Cristiano Eben-ezer

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

Búscanos y síguenos en Facebook



0 comentarios:

Publicar un comentario

Páginas vistas

DIOS TE BENDIGA!

Seguidores