Entonces ella fue hizo como le dijo Elías y comió él y ella y su casa
muchos días. 1° Reyes 17:15
El profeta guiado por Dios fue a Sarepta un lugar donde estaba esta
mujer viuda y la encontró preparando su última reserva de comida. La sequía, la
escasez, la viudez, la crisis y un hijo que mantener le consumieron sus
provisiones. Pero no las de Dios.
Veo en esta mujer, una preocupación especial por su hijo y por sí misma.
Veo que procura que su hijo sea partícipe del último bocado de pan que posee.
Veo que está al tanto de este joven, veo que su amor de madre le exige velar
por el bienestar de este muchacho. Como también veo que Dios no desampara a
nadie y siempre envía un mensajero para dar palabra de aliento y bendición al
hogar.
Aquella mujer compartió con el profeta un poco de lo que poseía y
Dios le compartió con abundancia a su alacena. Pues ni el aceite ni la harina
escasearon en aquel hogar.
Sigamos velando por los hijos por su vida física y por la espiritual y
sigamos compartiendo con Dios y confiando que es siempre es oportuno para
proveernos. Y en especial en esos días críticos que a veces nos llegan.
Queremos orar por ti
Envía tu petición a: ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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