CRISTO LIBERTA A LOS ENFERMOS
Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. Mateo 8:14-15
En estos versículos notamos cuan Soberano y Poderoso es Jesús. Al llegar a la casa de Pedro, estoy seguro que la iluminó con Su Presencia, la bendijo con Su Divinidad. Y al enterarse de la enfermedad presente en el cuerpo de la suegra de Pedro, por Su naturaleza Divina y Sanadora, la sanó con un simple toque de Su mano, esa poderosa mano que no se ha acortado para salvar (Isaías 59:11)
Jesús sanó a la suegra de Pedro completamente al grado de que no sólo la fiebre la dejó, sino que también cobró fuerzas, y de inmediato se levantó y atendió las necesidades de las personas que esteban en casa.
De igual manera Jesús hoy en día sigue sanando, pero para ello debemos de tener fe en que puede hacerlo. La Palabra de Dios dice: “Que por las llagas de Jesús tú y yo somos sanados de tota enfermedad”. (Isaías 53:5) Esta es una hermosa promesa de Dios y como tal debemos de creer en ella y hacerla propia en nuestra vida.
Jesús puede sanarte y salvarte hoy, los imposibles no existen para Él (Lucas 1:37) es el mismo de ayer, de hoy y por los siglos seguirá siendo el mismo en Su Poder (Hebreo 13:8) sólo tienes que acercarte a Él y aceptarlo como tu Señor.
Acércate a Jesús y recibe tu sanidad.
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