Y conoceréis la verdad,
y la verdad os hará libres. Juan
8:32
Jesucristo
mismo es la verdad que nos liberta (Juan 8:36) es la fuente de verdad absoluta,
la norma perfecta de lo que es bueno y puro. Nos liberta de las consecuencias
del pecado, del autoengaño, y del engaño de Satanás que anda como león rugiente
buscando a quien tentar para después devorarlo
(1ª Pedro 5:8).
Jesucristo
nos muestra claramente el camino a la
vida eterna con Dios, pero no nos da la libertad de hacer lo que queramos, sino
la libertad para seguir a Dios. Al procurar servir a Dios, la verdad perfecta
de Jesús nos hace libres para que seamos todo lo que Dios quiso que fuésemos.
El
pecado busca la manera de esclavizarnos, de controlarnos, de dominarnos y
dictar nuestros actos. Pero la realidad es que sólo Jesús puede liberarlo de
esa esclavitud que le impide ser la persona que Dios tuvo en mente al crearlo.
Si
el pecado lo limita, lo domina o lo esclaviza, Jesús puede destruir el poder
que el pecado tiene sobre su vida, puede hacerlo libre y transformarlo en nueva
criatura (2ª Corintios 5:17) tan solo debe de acercarse a Él, pedirle perdón
por sus pecados, arrepentirse y entregarle su vida. Esa es la única manera en
que podrá ser verdaderamente libre.
Queremos orar por ti
Envía tu petición a: ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
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