Seguramente
hemos escuchado o leído en alguna ocasión las palabras: causa y efecto, o
acción y reacción. Y en el diario andar experimentamos en mayor o menor grado
que éstas son una realidad, ya que siempre una va acompañada de la otra; así
vemos por ejemplo que sí salimos recién bañados en tiempo de frio (esto sería
la causa) es muy probable que nos enfermemos (esto sería el efecto) y así en
todas las acciones que hagamos siempre podemos esperar una reacción; de hecho
existe una ley de la física que lo avala. "A toda acción corresponde una
reacción directamente proporcional a la realizada" y a esto me quiero
referir.
Cuando
conocimos a Dios a través de Jesucristo y le recibimos como salvador,
experimentamos el gozo y la paz que solo Él puede dar, y a partir de ese
momento tuvimos la necesidad de estar siempre cerca de Él; y una de las maneras
de hacerlo es mediante la oración. Jesús dijo "TODO lo que pidieres al
Padre en ORACIÓN creyendo lo recibiréis". Mateo 21:22 si bien Dios nos da todo por su gracia y
misericordia, es la oración uno de los medios que hacen fluir Sus bendiciones,
y sí oramos constantemente podemos estar seguros que nuestras oraciones harán
EFECTO en el cielo y recibiremos lo que pidamos.
La
iglesia que ora es una iglesia fortalecida, segura y poderosa. Jesucristo
enseñó a sus discípulos a orar; y a través de los evangelios nos enseña a
nosotros las mismas lecciones "ORAD SIN CESAR"
Orando constante
fortalece el alma
Recibes las peticiones
de tu corazón
Alcanzas las promesas
de Dios
Consigues las cosas
que necesites
Intercedes por las necesidades
Obedeces el
mandamiento de Jesús
Normara siempre tu vida
Saludos cordiales, bendiciones
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