Como Padres siempre
queremos el éxito de nuestros hijos, trabajamos arduamente para que ellos
puedan tener mejores oportunidades que nosotros; pero sin importar las
posibilidades que puedas compartirle con el esfuerzo de tu trabajo, solo hay
dos pasos para ver a tu hijo triunfar: La oración y la palabra de Dios.
Instruye al niño en
su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella. Prov. 22:6
La instrucción
temprana es una siembra de valores que verás dar frutos en su juventud;
distinguiendo a tu hijo de los demás; le fundamentas las bases para sortear
toda eventualidad y tentación. Tu oración, lo acompaña a través de su vida como
un pilar que le sostiene ante cualquier situación y alcanza el favor de Dios,
muchas veces a pesar de si mismo; siendo esto no teoría, sino experiencia
propia.
Le puedo asegurar
que hasta el padre más infortunado les puede dejar de herencia las naciones a
sus hijos; y aun más preciadas bendiciones, ese es el poder de la oración por
la familia.
Ningún tesoro
terrenal se puede comprar con el legado de mi madre; “Solo puedo compartir una
cosa contigo hija, y eso es a mi Dios” sus oraciones cada mañana y el favor de
Dios es lo que me ha llevado de victoria en victoria, el tener una relación con
mi Cristo y contar con la vida eterna es la mejor de las fortunas heredadas.
No pierdas el
tiempo, tus hijos necesitan tu oración hoy. Pídele a Dios por ellos cada mañana
y cada noche, para que cada día veas brillar en sus vidas la gracia de Dios
además de amasar la herencia más grande y valiosa con la que los puedas
bendecir.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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