viernes, agosto 09, 2013

UNA PALABRA DE CONSUELO




Alguna vez hemos experimentado que nada nos consuela, nada nos agrada, sentimos un vacío en el corazón que no encontramos quién lo pueda llenar o cuando pasamos por la pérdida de un ser querido sentimos que la vida se acaba o cuando terminas con tu pareja hay una frustración que te ahoga o has sentido la separación de tu cónyuge que te abandonó y sientes que el mundo se te viene encima y no hayas que hacer, así existen muchas situaciones que todas las personas pueden pasar. Ahí es cuando todos necesitamos una palabra de consuelo, una palabra que llegue a lo profundo del corazón que nos haga reaccionar, que la vida no se acaba ahí y que existen muchas personas más que están a nuestro alrededor que nos aman y que nos apoyan. Creo que una palabra de consuelo dicha con sinceridad y con amor puede cambiar nuestro semblante, pero la palabra que te trae ese consuelo que buscas y que cambia no solo el semblante sino que quita de tu corazón la raíz de amargura es la palabra de Dios, ahí es cuando Dios te abraza y te consuela como a una madre a sus hijos, y te llena de gozo, de paz, de contentamiento y de esperanza.

Conocemos que una madre hace lo imposible para que no te sientas sólo, triste, cabizbajo, ella siempre está contigo en todo lo que pasas en la escuela, en el trabajo, en toda circunstancia adversa, para ella siempre existe una salida, te da ánimo y te dice no te preocupes, todo va a salir bien, tu puedes, no llores, échale ganas, etc. Así es Dios con nosotros, Él te consolará en toda situación adversa que estés pasando, no te dejara sólo ni abandonado, confía en Él y veras el cambio en ti, alegrará tu corazón, tus huesos reverdecerán como la hierba, es decir tendrás vigor y ganas de vivir y de hacer las cosas. Tú vida será otra, ya no más llanto, ya no más tristeza, ya no más dolor sino el consuelo de Dios. La mano de Dios estará contigo y se reflejará en ti.

No desmayes, siempre existe alguien orando por ti, para que el Dios de toda consolación te dé el consuelo para tu corazón y para tu familia. Te dejo estas palabras del apóstol Pablo: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos (2 Corintios 1:3-6).

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

Templo Cristiano Eben-ezer
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