martes, mayo 07, 2013

MUJER VALIENTE




La valentía no debe confundirse con temeridad (Imprudencia, exposición excesiva a un riesgo innecesario) ni con el hecho de no sentir temor.

La valentía consiste en la fuerza de voluntad que puede poseer una persona para llevar adelante una acción a pesar de los impedimentos los cuales podrían generar miedo pero sin embargo, es la habilidad de sobreponerse a dichos miedos y perseverar con la acción que se pretendía realizar, a lo que se le llama ser valiente.

Tradicionalmente se relaciona el concepto de valentía al genero masculino por la supuesta fuerza bruta, la naturaleza guerrera de sus genes, la lucha continua por ser “más fuerte” que los demás, etc.

No obstante, la humanidad ha dejado muy en claro que una mujer con determinación, es de un valor incalculable. La mujer posee cualidades dadas por Dios para sobreponerse a un sinnúmero de  adversidades que el hombre promedio no podría hacerlo.

La mujer puede hacer varias cosas a la vez para optimizar el poco tiempo que tiene diariamente. Resiste el día a día con mucho menos recursos de lo imaginable. Con sus palabras y sus manos corrige, consuela, trabaja, arregla, instruye, ama, etc. No duerme sin antes asegurarse que los suyos están seguros. Es fuerte y suave a la vez, no hay nada que la detenga cuando está decidida a lograr algo. No existe oración mayor que mueva el corazón de Dios que el de una mujer, madre, rogando por un(a) hijo(a).

Todo lo anterior y mucho más es capaz de hacer una mujer por solo serlo, ¿cuánto más podría hacer una mujer que entrega su vida a Dios y que Jehová es su fortaleza?

Mujeres valientes como las parteras que temiendo a Dios, no obedecieron el mandato del faraón de matar a todo recién nacido varón del pueblo de Israel (Ex 1:15-21)

Mujeres determinadas como la viuda insistente en pedir justicia a un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre, logró lo que pedía (Lc 18:2-8)

Mujeres decididas a buscar el favor de Dios como Rahab que a pesar de pertenecer al pueblo enemigo de Dios, sabía que Dios apoyaría a los Israelitas y ella quería ser bendecida junto con su familia. Ayudó al pueblo de Dios, desobedeció una orden real arriesgándose y al final obtuvo la protección Divina. (Josué 2)

Podríamos seguir, pero para terminar, recordemos la mujer cananea y su valiente atrevimiento de no solo pedirle a Jesús un milagro para su hija atormentada por un demonio, sino que además, se atrevió a “debatir” con el mismo Maestro para obtener lo que buscaba y hasta recibió el reconocimiento de su gran fe de parte de Jesús (Mt 15:22-28)

Demos gracias a Dios por las mujeres valientes

Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer

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