UNA FAMILIA SALVA

Desde el principio el plan de Dios para todo ser humano, es el cielo. Nacimos por medio de Su voluntad, y es  por Su voluntad y amor que un día estaremos ante Él. Dios no quiere que ninguno se pierda, no quiere que las personas vivan sin esperanza y sin amor. Él está presto para escuchar  y dispuesto a cambiar la historia de todo aquel que en arrepentimiento se acerque a Él.

Dios anhela salvar a toda persona, no importa el lugar o la condición en que se encuentre. Tiene poder para transformar vidas, y quiere alcanzar a todo individuo por la fe. Tal como salvo al carcelero (Hechos 16:31-34) quien  viendo el poder de Dios, y lo que puede hacer, acepto a Jesucristo como su Salvador y de inmediato llevó la Palabra de Dios a los de su casa, para que su familia también conociera del Señor, y estos también le aceptaron.

Dios no quiere salvar a una sola persona, sino a toda su familia, no quiere que nadie se pierda de Sus bendiciones. Anhela bendecir y salvar a manos llenas. Quiere que toda familia que le cree, sea salva y usarlos para que compartan lo que ellos mismos han recibido; amor, gozo, paz y un sinfín de peticiones contestadas.

 Si tu familia no es salva, ponlos en oración delante de Dios, intercede para que se rindan a los pies de Jesucristo, y la promesa sea cumplida (Hechos 16:31). Dios no quiere que nadie sea destruido, al contrario, ofrece vida, y vida en abundancia (Juan 10:10)

Te invito para que oremos por los de nuestra casa que aún no conocen al Señor, para que sean alcanzados, y juntos en fe, esperemos  el día, en el que estaremos en el cielo ante Él, cara a cara, y cayendo de rodillas antes Su gloria y Majestad.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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