lunes, diciembre 19, 2011

JESÚS, EL PAN DE VIDA PARA EL HAMBRIENTO



Tal vez hemos probado un manjar que deleita nuestro paladar y nos quedamos siempre con el recuerdo de aquel banquete. Pero aún más delicioso y exquisito es el pan de Dios, que alimenta nuestra alma y exclamamos: ¡Señor, danos siempre este pan!

En estos días de la Navidad, que significa el nacimiento de nuestro Señor Jesús, es momento de compartir el pan con cada persona que no lo tiene, compartir el amor y la luz de Jesús en cada corazón. No hagamos lo que la palabra de Dios nos dice, malgastar nuestro dinero en el pan que no sacia, busquemos el verdadero alimento que nutre nuestra alma: ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura (Isaías 55:2). Ese pan del bien es el pan que Jesús nos da y que debemos compartir a cada persona en estos días que recordamos el día en que Dios se humanó para nacer en nuestro corazón.

Es hermoso el experimentar cuando escuchamos la voz de Dios y compartimos el pan y más en este tiempo donde debemos compartir el pan en esta navidad, y el Señor nos da una promesa en su palabra si obedecemos su voz: Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan (Isaías 58:8-11).

Hay otra promesa cuando tu y yo obedecemos la voz de Dios y compartimos el pan espiritual a toda gente y más en esta Navidad, el nacimiento de nuestro Salvador: Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié (Isaías 55:10, 11).

Saludos cordiales, bendiciones



Maná para Eben-ezer

Templo Cristiano Eben-ezer
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