lunes, noviembre 14, 2011

LA PALABRA DE DIOS ES FORTALEZA PARA LA DEBILIDAD




La debilidad es una actitud que muchas veces mostramos cuando sentimos que no vamos a superar una situación difícil y que nos hace vernos chiquititos, y hasta queremos en ocasiones claudicar o aventar la toalla o rendirnos antes de tiempo, pero cuando pensamos que la noche no terminará o que la tormenta nunca parará; siempre hay una luz al final del camino, para nosotros esa luz es Jesús, cuando volteamos hacia Él y doblamos nuestras rodillas arrepentidos y con un corazón contrito y humillado, podemos exclamar como el profeta Isaías: Porque fuiste mi fortaleza y mi refugio en mi aflicción.

Les contaré un testimonio, en una ocasión, momentos después de dirigir la parte inicial del servicio dominical en la iglesia, me sentí muy mal y tuve que salir directamente al hospital por un problema de embarazo, en esa ocasión fui hospitalizada y cuando menos pensé a quirófano me llevaron, aquello fue como un turbión en mi vida, que me azotaba fuerte y que sentía que no terminaría nunca, pero cuando ya pasé a recuperación, me preguntaba ¿Por qué?, sentía que esa tormenta se venía encima de mí, pero el Señor fue mi fortaleza y mi refugio, la sombra contra todos los rayos del sol, que pudieran afectar mi vida. Cuando ya mi cuerpo fue fortalecido por el Señor, me tocó alentar a una hermana que había perdido también a su bebé y estaba muy débil, angustiada y deprimida, ahí el Señor me permitió darle palabras de aliento y fortaleza, porque las promesas de Dios son fieles y verdaderas; en los tiempos de angustia y desesperantes Dios es nuestro refugio contra toda tempestad y como nos dice Su palabra: Mi padre eres tú,
Mi Dios, y la roca de mi salvación
(Salmos 89:26). Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza (Salmos 71:3).    

Hermano, la palabra de Dios es la fortaleza y el refugio para tú debilidad, Él es el muro fuerte contra todo turbión que venga a tu vida; si tú te sientes desvalido, pobre o menesteroso y tu necesidad ya llegó al límite y no encuentras una salida que te haga sentir con nuevas fuerzas para continuar. La palabra de Dios te dice: ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas (Isaías 40:28– 31).


Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com

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