ES TIEMPO DE INTERCEDER POR AVIVAMIENTO

Tan fácil que es llegar a un conformismo y no querer esforzarnos por conocer más y, mejor. Hemos vivido tanto tiempo en la orilla que algunos, desconocen que existe la profundidad, y otros, creen que todo se detuvo ahí. Avivar es animar aquello que tenía vida, o al menos que solía tenerla; es hacer con mayor intensidad aquello que se estaba haciendo, tener un nuevo vigor, una nueva esperanza, fuerza, valentía, entusiasmo, felicidad.

Dios nos recuerda que no debemos dejarnos llevar por la pasividad de este mundo, nos dice que no nos conformemos con lo que ya creemos saber de ÉL y lo que hemos experimentado en este siglo, en este tiempo, en nuestra propia vida. Así como la profundidad del mar, nunca sabremos la profundidad de Dios, y eso nos debería motivar e inquietar para no quedarnos con lo poco que sabemos de Él, sino que tengamos hambre y sed de Su justicia, pues si tenemos de ese tipo de hambre, seremos saciados. (Mateo 5:6)

Revive el espíritu que Dios ha puesto en ti, pues el espíritu a la verdad está presto, pero la carne es débil. (Marcos 14:38)

No apagues ni destruyas los sueños que Dios ha planeado para ti, no olvides que hay cosas mejores que las que estás viviendo y de las que tienes. Dios siempre es un Dios creativo, Él nunca deja de sorprendernos, y es una de las más hermosas características de Su Ser.

Siempre hay más, pues Él tiene más cosas para darnos que nosotros que pedirle.

Y si hay más, si hay más cosas hermosas, ¿por qué no buscarlas? ¿por qué no experimentarlas?
No nos conformemos a este siglo.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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