MUJERES INTERCESORAS

Febe era una sierva y colaboradora de Dios. Al parecer era rica y ayudaba en el sostenimiento del ministerio del apóstol Pablo. Era muy respetada en la Iglesia y quizás llevó esta carta desde Corinto a Roma.  Febe nos muestra que la mujeres tenían roles importantes dentro de la Iglesia primitiva. Oraban e intercedían a Dios por los santos, pero además de ello apoyaban en el sostenimiento de la obra de Dios, con aportaciones, pero también colaborando en los quehaceres propios del ministerio.

En la actualidad la mujer sigue desempeñando un papel muy importante dentro de la sociedad y en la misma Iglesia. Ella es quien pone en oración fervorosa a cada miembro de su familia, tanto a su esposo como  a sus hijos. Ella es quien ora por los líderes de su Iglesia, aporta para el sostenimiento de la casa de Dios y además ayuda en la limpieza de la misma. La mujer además es una consejera que con su ejemplo y compromiso puede alcanzar a  los de su propia casa  y a los que la rodean  para Cristo.

Cada mujer creyente es digna de admiración, por el gran trabajo que realiza tanto en su hogar como para la obra de Dios. Dios bendiga  a cada mujer que exista en este mundo.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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